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El Arte de Picasso

  • Foto del escritor: Dave Najac
    Dave Najac
  • 5 may 2019
  • 5 Min. de lectura

¡Saludos a todas las licuadoras! 🖊


Como os dije hace un par de entradas, durante las vacaciones de Semana Santa, mi familia y yo estuvimos en Málaga. Ya habíamos estado allí el año pasado, pero sin posibilidad de visitar el Museo Picasso. Esta vez se nos ocurrió ir justo después de comer y fue una decisión acertada: no había excesivo número de visitantes, a pesar de ser Jueves Santo. Os voy a contar cómo es el museo y mi experiencia en su visita, la cual fue, ya diciéndolo de entrada, bastante interesante. A lo largo de esta entrada no habrá muchas imágenes (solamente los folletos) ya que no se permitía realizar fotos en el museo.


Esperando en la fila para entrar, me fijé en el edificio: por fuera no podría decir que fuera bonito: sobrio, de ladrillo, con muy pocos adornos, más bien feo. Al entrar es otra cosa. En la taquilla me dan una pequeña alegría: pago una entrada reducida por estudiante (la mitad del precio). Posteriormente, nos dieron los folletos correspondientes y el audioguía. éste nos cuenta que estamos en el Palacio de los Condes de Buenavista, un edificio renacentista con elementos mudéjares y que fue declarado Monumento Nacional en 1939.


Por dentro es más bonito: paredes blancas, con artesonados de madera labrados con geometrías árabes y dos plantas de exposición alrededor de un patio central. A la hora que entramos, algún visitante aprovechó el sol de patio para echar una cabezadita (sí, totalmente cierto).


En el folleto indica que en el subsuelo del palacio hay un yacimiento arqueológico con restos de la Málaga fenicia del siglo VII a.C., también romanos y otras habitaciones del antiguo palacio.


Mis padres y mi hermano fueron por su cuenta viendo únicamente los cuadros, pero yo preferí escuchar el audioguía para conocer la historia artística de Picasso. Éste contaba que Pablo Ruiz Picasso nació en Málaga el 25 de octubre de 1881, aunque a los diez años se fue con su familia a La Coruña, regresando a su ciudad para pasar los veranos siguientes. En enero de 1901, con 19 años, marcha a Barcelona y después a Francia. Me explicó que, aunque estuviera lejos, siempre quiso saber de su ciudad y de su familia, y que siempre estuvo informado.


En las salas que se dedicaban a la colección permanente, el orden de la visita –y del audioguía– no se refiere al tiempo o a sus distintos estilos organizados según su biografía, sino a los aspectos más importantes del legado de Picasso. Sabemos que hay obra suya en muchísimos museos y colecciones privadas y aquí se muestra gran parte del conjunto que quedó en manos de su nuera y de su nieto, quienes fueron los que promovieron la creación de este Museo.


El protagonismo lo tiene la etapa cubista del pintor: el audioguía nos explicó las características del cubismo, esa invención de formas simples creadas a partir de múltiples perspectivas del modelo pintado, en forma y concepto. Hay retratos, bodegones, paisajes, desnudos, realizados a lo largo de toda su vida, dando una referencia esencial del artista único e imprescindible en la historia del arte, en su ciudad natal que se enorgullece del fruto de su talento y presume de ser la ciudad de Picasso.


Pudimos ver lienzos, tablas, grabados, cerámica, escultura, y atiendo a las explicaciones, una por una, del legado de Picasso en manos primeras de Paul, Christine y Bernard Ruiz-Picasso. Cuando se puso en marcha la creación de la Fundación Museo Picasso Málaga, promovida también por la Junta de Andalucía, garantizaron la presencia permanente del artista en su ciudad natal. En la actualidad cuentan con 233 obras, algunas de ellas compradas por la propia Fundación.


Pasamos después a conocer la exposición no permanente, dedicada a Olga Picasso. Voy pensando en que Picasso fue un genio, pero como persona un ser con un carácter fuerte, egocéntrico, que consiguió cuanto quiso y a quien quiso, con un nivel de vida alto, y de repente paso a conocer a la primera mujer del pintor. En las salas dedicadas a Olga Khokhlova (confío en escribirlo bien), hacen un recorrido por su vida junto al pintor, y las obras que se reúnen allí pertenecen a distintos museos y colecciones privadas, como la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte, de Madrid, o el Musée National Picasso-París. Había cuadros más famosos que los que contiene la colección permanente, como los retratos que hace a su hijo Paulo, único hijo junto a Olga, al que pinta de arlequín, de torero, a lomos de un asno.


También hay muchos testimonios de su vida en común. Olga era una bailarina de la que el artista se enamoró. En el museo aparecían cartas y fotografías encontradas por su nieto en el baúl de viaje de la abuela bailarina, que también está en la exposición. Es como un viaje en el tiempo de dos seres muy diferentes, de lugares diferentes (Olga es rusa), que se encuentran en París cuando es la capital artística del mundo. El folleto explica que se casaron en 1918, que en 1921 nació su hijo Paulo. Se separaron en 1935, aunque nunca se divorciaron. Olga murió en 1955. Esa gran maleta, con sus cajones, conservada perfectamente, fue el único bien material que ella conservó tras su separación del pintor, conteniendo todos los recuerdos de su vida en común, incluso hay unos vídeos grabados cuando el niño Paulo era muy pequeño.


Picasso pintó a Olga muchísimas veces. Es la figura femenina más representada por el pintor en aquella época, en la que vuelve a una figuración clásica y la representa siempre en actitud melancólica o en escenas de maternidad junto a su hijo. Es una etapa de la vida del pintor en la que asciende socialmente muchísimo, ambos se rodean de un círculo social de clase alta con un tren de vida que aumenta día a día. Me llamó la atención que, en una de las cartas de la exposición, pone que cuando nace su hijo Paulo, el pintor dice que toda su vida se ha complicado porque ahora tiene que viajar con chófer, asistente y niñera.


La representación de la belleza, casi renacentista, de Olga se va volviendo surrealista conforme se va deteriorando la relación entre ellos. El audioguía explicaba que incluso después de separarse seguirá pintando en ocasiones a Olga. En 1927 conocerá a Marie Therése Walter y a partir de ese momento, cada vez que pinta a Olga lo hará de manera violenta, inquietante o incluso brutal, expresando los celos de ella o incluso la inseguridad del propio artista, mientras que su nueva musa será representada con toda su juventud y erotismo. Es la etapa en la que el pintor se rinde también a la mitología, tema en el que se pinta a sí mismo como el Minotauro. Son cuadros con fuerte carga erótica. Observé obras como crucifixiones junto a corridas de toros, retratos felices de su hijo frente a violentas escenas cubistas de playa… Era tiempo de entreguerras en Europa y eso, unido a los líos amorosos del artista, le llevan a representar luchas entre toros y caballos, entre lo masculino y lo femenino, entre las necesidades y los deseos…


Salgo del Museo con el pensamiento puesto en la persona, no en el artista. En la complejísima personalidad del genio. Sinceramente, Picasso fue un grandísimo pintor y considerado uno de los mejores artistas en su estilo. Pero como persona, deja mucho que desear, pues era un mujeriego que, posiblemente, hizo daño a varias mujeres (entre ellas Olga), ya que hacía bastante lo que le viese en gana, fruto de su estatus social.


Espero que os haya gustado la entrada y si quereis comentar algo acerca de vuestra experiencia en el museo Picasso, o cualquier cosa relacionada con la vida del artista, yo leeré con gusto vuestros comentarios 😉😉

 
 
 

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